Los últimos quince años han traído enormes transformaciones para los sistemas sanitarios de todo el mundo. Una sociedad en permanente revolución tecnológica, el envejecimiento de la población y una crisis que ha puesto en evidencia la limitación de los recursos disponibles han conducido a una situación que en nada se parece a la del inicio del siglo, cuando en apariencia el sistema respondía a las necesidades de la población y su sostenibilidad no estaba amenazada.
En este intenso proceso de transformación de nuestra realidad social y sanitaria no deja de resultar sorprendente el todavía limitadísimo papel que ejerce el paciente, pagador último y beneficiario indiscutido de los cuidados en salud que el sistema es capaz de dispensar.
Aún hoy tenemos que admitir que el paciente sigue siendo un jugador ocasional en el proceso de establecimiento de prioridades y definición de políticas sanitarias en nuestro país, en manifiesta contradicción con la tan mencionada necesidad de “incorporarlo” a una gestión responsable del sistema sanitario.
La Fundación Tecnología y Salud tiene ante sí, por tanto, el reto del paciente. Un reto apasionante y al mismo tiempo de una enorme complejidad y exigencia.